Redactor freelance: 12 prácticas que harán más fácil el trabajo de tu editor
Sí eres redactor freelance, debes ser consciente de que el trabajo de tu editor va mucho más allá de corregir la gramática y ortografía del artículo que le entregas. Además de supervisar el trabajo tuyo y el de varios escritores más, tiene que planificar y ejecutar estrategias de Content Marketing que cumplan con requerimientos SEO y llenen vacíos de información relevantes. Nada sencillo. Por eso no está de más implementar las siguientes prácticas con el ánimo de hacerle más fácil su labor.
1. Corrige el texto más de una vez y luego de despejar la mente
Una sola corrección inmediatamente después de terminar de escribir es ineficaz. Hay que corregir al menos dos veces y descansar varios minutos antes de hacerlo. De ese modo garantizas que tu trabajo queda con un reducido porcentaje de errores.
2. Acepta trabajos sólo sobre materias que domines
No se trata de conocer específicamente el tema sobre el cual vas a escribir, pero sí de que manejes a la perfección el campo de acción al que pertenece. Por ejemplo, puede que no sepas nada sobre la legislación en determinado país, pero si eres especialista en leyes seguramente sabrás qué fuentes consultar y se te facilitará entender conceptos que serían jeroglíficos para una persona sin luces en la disciplina.
Esto le evita al editor corregir errores de enfoque y manejo de conceptos, e incluso de estilo: cuando una persona escribe sobre la materia que domina su escritura es más fluida y depurada.
3. No aceptes tareas que sobrepasen tus habilidades
Sí aún no estás preparado para escribir un ebook o un artículo académico, no te comprometas a hacerlo. Seguramente no te quedará bien escrito y él, en lugar de dedicarse a realizar algunas correcciones, tendrá que dedicarse a reescribirlo.
4. Consulta tus dudas
No hay preguntas absurdas. Cualquier cosa que no haya quedado clara a la hora de aceptar el trabajo debe ser resuelta en ese momento. Todo editor prefiere resolver una duda a corregir cientos de errores en un contenido mal generado.
5. Realiza curación de contenidos
Actualmente es la mejor estrategia para encontrar información relevante que enriquezca tus escritos, pero asegúrate de usar fuentes fiables, de filtrar muy bien el contenido y de no caer en el penoso error de plagiar. De lo contrario, le darás mucho más trabajo a tu editor.
6. Sigue al pie de la letra sus indicaciones
Entre los mandamientos de un editor de contenidos está el nunca pedirle a un redactor freelance que escriba un texto sin establecer claramente lineamientos sobre estilo, extensión, lenguaje, palabras clave, enfoque, etc. Cúmplelos.
7. Apoyarte en softwares especializados
Un buen redactor de contenido 2.0 se apoya en las herramienta digitales que optimizan su labor y, por lo tanto, reducen el trabajo del editor. Hay desde editores de texto hasta sitios de consulta, correctores de ortografía avanzados, bancos de imágenes y gestionadores de tiempo entre muchas otras.
8. Entrega los trabajos antes de la fecha estipulada
De esa manera le das más tiempo para que los revise con la paciencia que requiere esa tarea.
9. Segmenta el contenido al máximo
Los textos divididos con subtítulos y compuestos de párrafos cortos son más fáciles de leer en una pantalla. De hecho, es una de las características del estilo de escritura web pensado en el usuario que domina actualmente la comercialización de contenidos.
10. No trabajes demasiado
Aunque no lo creas, cuando trabajas más de lo debido dificultas la labor de tu editor. No porque le envíes más producto para editing, sino porque cantidad no es sinónimo de calidad. Al escribir cansado cometes errores básicos, en los que jamás incurrirías en tus “cinco sentidos”.
11. Acepta sus críticas
No te molestes cuando revise tus textos y realice los respectivos aportes. Recuerda que, por lo general, el hace parte de la planificación de la campaña de Content Marketing y conoce mejor que tú las necesidades de cada contenido. De nada sirve entrar en conflicto con él por nimiedades.
12. Lee otra vez
Lee detenidamente cada texto antes de enviarlo, no con el fin de corregirlo, sino con el ánimo de validar si es fluido y cumple con los requerimientos establecido por el editor. De hecho, si es posible que un tercero lo lea y aporte sus comentarios, no descartes hacerlo.
Doce sencillas prácticas que optimizarán la labor de tu editor y te permitirán seguir disfrutando de las ventajas de ser un redactor freelance. Claro que no está de más estudiar a diario, mantenerse actualizado en temas que generalmente trabajas y en aquellos referentes al marketing digital y a la comercialización de contenidos.