5 regalos para un redactor freelance

Mar 28, 20172 min de lectura
Publicado por Pablo Martín
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¿Sabías que un redactor freelance también sueña? Aunque no lo creas, después de trabajar entre doce y dieciséis horas para intentar sacar un salario, cuando llega el momento de dormir todavía le quedan ganas de seguir soñando.

Sus sueños se despiertan al cerrarse los ojos y recordar ese trabajo que le ha ilusionado, aquel por el que se hacen buenos todos los demás y por el que merece la pena seguir redactando. ¿Y qué sueña? El redactor sueña con cinco regalos…

Encargos de trabajo bien definidos

En el sueño del redactor freelance, el primer regalo que aparece es el encargo. Unas instrucciones precisas que no dejan lugar a dudas, donde se recoge el tema, le proporcionan fuentes, una correcta definición de los objetivos, el tono que debe emplear… En definitiva, todo aquello que hace depender el éxito del encargo de su propio trabajo.

Regalos para un redactor freelance

Una correcta valoración

En la cabeza del redactor freelance aparece a continuación un segundo regalo, bien envuelto en papel de colores y con un lazo. Esa valoración suficiente que le permite no trabajar a destajo y, aun dedicando las mismas horas, poder dar la calidad que le recompensa a cada trabajo.

Libertad y creatividad

El siguiente regalo que aparece en sus sueños lo traslada directamente a ese mundo ideal donde no se pretende sujetar su creatividad a un texto de 300 palabras donde ha de incluir 250 palabras clave y no puede coincidir ninguna en el mismo párrafo o donde escribir una frase yuxtapuesta o un subjuntivo no suponga un problema para la comprensión del lector.

Correctores de estilo cualificados

Dentro del sueño del redactor freelance, hay también un espacio para las pesadillas. ¿sabrá el corrector de estilo lo que es una aposición?, ¿Distinguirá lo que es una enfatización de una redundancia?, ¿sabrá que un hipérbaton no es un puerto griego? Pero, sobre todo, ¿le dará una corrección razonada para poder corregir los errores en un futuro? Una corrección que le aporte en su crecimiento es el cuarto regalo.

El encargo de la novela de su vida

Y así llega el redactor freelance a esa fase rem del sueño en que estos cuentan una historia determinada y la historia que cuentan para él es la del regalo definitivo, el encargo de su novela soñada, aquella que se define con perfecta claridad en su mente, la que le permite crear a su gusto y con libertad. La novela que no le hará rico ni le convertirá en Premio Nobel porque, en definitiva, tampoco la firmará, pero que él sabrá íntimamente reconocer como suya, le hará crecer y le permitirá vivir algún tiempo sin grandes agobios ni sometido al estrés de la entrega de mañana.

A veces, solo algunas veces y durante unas horas, el redactor freelance se permite cerrar los ojos, descansar, soñar y dedicarse a abrir los regalos.

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