¿Qué es el Ghostwriting? ¿En qué influye a un redactor freelance?
El Ghostwriting no es un fenómeno nuevo, pero a causa del acelerado auge del Content Marketing su practica se ha popularizado de manera exponencial. Vale la pena comprender qué es y cómo influye en el trabajo del redactor freelance.
Ghostwriting
Se puede traducir como escritura fantasma. Hace referencia al oficio de escribir cualquier tipo de texto (libro, artículo, reseña, etc.) para un tercero a cambio de una retribución económica y sin esperar ningún crédito oficial en la publicación, que generalmente aparece a nombre de la parte contratante.
Como ya se señaló, no se trata de algo nuevo. Se dice que durante toda la historia varias celebridades han contratado los servicios de escritores profesionales con el fin de que redacten sus autobiografías, artículos e incluso obras literarias. De hecho, hace poco Ana Rosa Quintana, famosa periodista, presentadora de televisión y empresaria de la comunicación española, se vio envuelta en un escándalo de plagio y Ghostwriting relacionado con “Sabor a hiel”, la novela con la que debutó como escritora.
A estos autores que escriben para terceros se les llama Ghostwriters (escritores fantasma), y se les atribuye la producción de varios Best Sellers firmados por reconocidos personajes de la farándula y las letras.
Cómo influye en el trabajo del redactor freelance
En los últimos años la eficacia del Content Marketing para posicionar sitios web y aumentar las conversiones disparó notablemente la demanda de escritores independientes. Los empresarios contratan sus servicios porque no tienen el tiempo para dedicarse a escribir permanentemente, o porque no poseen las habilidades necesarias para hacerlo de la manera adecuada,
A estos redactores, de cierta manera se les puede comparar con los Ghostwriters porque la mayoría de contenido que generan es por encargo y publicado en páginas de terceros sin recibir ningún crédito. Es decir que se puede afirmar que en la era digital los dos términos prácticamente son sinónimos.
Algunos pueden refutar que el Ghostwriter es un concepto asociado a la producción de obras mayores. Pero en ese caso se estaría hablando de grados de pericia y no de diferentes modalidades de trabajo.
Entendido lo anterior, el Ghostwriting influye en el oficio del escritor independiente de dos maneras:
Positivamente
Son varias las ventajas de ser redactor freelance o Ghostwriter. La demanda de trabajo bajo esta modalidad es casi que infinita. En la web hay millones de sitios que requieren publicar contenido a diario para mantener las relaciones con sus clientes y la relevancia de su marca, pero por diferentes razones no se pueden dedicar a escribir los textos y requieren que alguien se los venda junto con los derechos de propiedad intelectual.
Además, existen varios famosos, empresarios e incluso escritores de renombre que por una u otra razón acuden a estos servicios, aunque para llegar a esos niveles es necesario ser extremadamente bueno y ser reconocido en el medio como un excelente y fiable ghostwriter.
A pesar de la competencia, puede ganar retribuciones económicas muy superiores a las de muchos profesionales en otros campos. Todo depende de la calidad de su trabajo y del tamaño de los proyectos para los que sea contratado. Generalmente, su remuneración no depende del éxito del texto, así que gana de igual manera si se convierte es un fracaso o en un contenido viral; aunque cuando se trata de libros que pueden llegar a ser relevantes puede cobrar un porcentaje de las ventas totales.
Sin embargo, lo más importante es que mientras lo hace aprende sobre diversos temas y desarrolla experiencia para lanzar su propia marca o ejecutar proyectos de escritura propios. Ya se sabe que es la práctica la que hace al maestro.
Negativamente
Puede ser frustrante ver que los créditos por un buen trabajo se los lleva un tercero, mientras el verdadero autor vive en las sombras. Pero más allá de esto, construir una marca personal bajo esta modalidad de trabajo es extremadamente difícil, porque a menudo se firman contratos en los que se pacta no develar por ningún motivo la autoría de la pieza escrita. Es decir que es difícil mostrar un portafolio. Entonces se hace indispensable trabajar más en la producción de obras propias, que le permitan ganarse un nombre en ese medio tan competitivo actualmente.
En todo caso, e independientemente de su impacto en el trabajo del redactor independiente, es un fenómeno que seguirá creciendo al ritmo de la web y del que sólo los profesionales más habilidosos extraerán los mejores beneficios.