La importancia de las metas y cómo definirlas en Marketing de Contenidos
El marketing de contenidos es de suma importancia actualmente, iniciar una marca implica ser muy conscientes del camino que queremos trazar para que ésta se posicione tanto en el mundo digital como en el mercado al que apuntamos. Para ello, es importante saber qué tipo de contenido queremos crear, a cuál público queremos que llegue, cuál es el medio y cómo medimos aquello que queremos alcanzar.
Muchas veces, al plantear una estrategia de marketing de contenidos optamos por construir todos los perfiles posibles y empezamos a publicar sin tener una meta clara, como si se estuviese llenando una página en blanco con garabatos solo para hacer presencia, cuando la idea del marketing de contenidos no es solo visualizar la marca, sino hacerla tan relevante para nuestros clientes potenciales que disfruten interactuar con ella constantemente.
Para lograr una estrategia de contenido exitosa, debemos empezar por plantearnos metas y objetivos que nos ayudarán a obtener lo que queremos alcanzar, pero ¿cuál es la diferencia entre una meta y un objetivo?
Metas v/s Objetivos
La diferencia entre metas y objetivos tiene que ver con su precisión: las metas son mucho más amplias pues guían los procesos para tomar decisiones en cuanto a un tema, mientras que los objetivos son más determinantes, específicos, pasos medibles que permiten alcanzar una meta. Por ejemplo, un objetivo en marketing de contenidos podría ser aumentar en un mes la cantidad de “compartidos” en un 20%; mientras que una meta es más general, por ejemplo: tener un crecimiento del 25% en las métricas de interacción de Facebook para el próximo trimestre.
Pasos para establecer metas:
1) Definir el público objetivo
Cuando construimos la Misión y Visión de nuestra marca, nos preguntamos por nuestros consumidores, pero generalmente olvidamos en el proceso el perfil que definimos. Si bien puede parecer bastante obvio, definir a la audiencia para la que crearás tu contenido (¿quién es?,¿dónde está?, ¿cuáles son sus gustos?, ¿qué tipo de contenido consume?, ¿a qué hora es más activo en redes?) es parte de establecer una meta clara y enfocada para mejorar la posición de tu marca.
Si bien la competencia por la atención del público es bastante ardua, al crear contenido específico podemos encaminar a nuestra audiencia a realizar las acciones que queremos (interactuar, compartir, comprar) y esto se logra a través del trabajo constante que implica la fidelización del usuario.
2) Documentar formalmente la meta y los objetivos
“Las palabras se las lleva el viento” dice una frase popular, razón por la que debemos anotar de manera clara nuestra meta y los pasos que conllevan alcanzarla. ¿Cuál es la meta? ¿cuáles son los pasos que debemos seguir? ¿cómo convierto esos pasos en objetivos? ¿cuál es la estrategia de marketing de contenido para lograr esos objetivos? ¿cómo mediremos los objetivos?
Cabe destacar que las metas deben ser realistas y poder medirse. Es bueno establecer metas a mediano plazo ya que requieren de un esfuerzo constante y pueden modificarse al finalizar el tiempo establecido, mientras que a largo plazo los resultados pueden tardar.
3) Un tipo de pieza por cada meta
Lo más recomendable una vez que tengamos al público definido y las metas que queremos alcanzar por escrito es idear un contenido por cada meta. Por ejemplo, si nuestra meta es mejorar la interacción en redes en un 30%, debemos crear contenido que llame a participar al público (trivias, concursos, entre otros), contenido que lo señale y le lleve a producir nuevo para la marca, por ejemplo, compartir su testimonio y experiencia con respecto a los productos.
Una buena campaña de marketing de contenido capta y fideliza al cliente mediante acciones que lo mantengan en relación constante con la marca. También habla en el mismo lenguaje de su consumidor, haciéndolo sentir parte del proceso, generando empatía.
4) Analizar y ajustar
Al identificar y crear contenido específico obtendremos una gran variedad de respuestas, por ello es fundamental analizar los resultados de nuestras estrategias y ajustarlos.
Así como debemos anotar nuestras metas, las conclusiones de nuestros análisis también van por escrito, esto nos permite usar la información a futuro y realizar un nuevo enfoque de ser necesario.
En resumen, las metas nos permiten crear estrategias de contenido de forma coherente, por lo que obtendremos mejores resultados en menos tiempo.