Contenido viral: ¿Cuáles emociones lo desencadenan?
Uno de los fenómenos más interesantes de la era digital es el contenido viral. Es decir, aquel que en cuestión de horas o incluso minutos se comparte miles de veces.
Imágenes, videos y artículos forman parte de esta tendencia que logra divertir, indignar o inspirar a la audiencia que todos los días se conecta a Internet. Son estas reacciones precisamente las que se analizarán con el objetivo de explicar la euforia provocada por dichos contenidos ¿Cuáles son las principales emociones que lo desencadenan?
Tres factores que influyen directamente sobre el sentir del público
De acuerdo a Marketing Land, existen tres factores que explican por qué la gente reacciona de una forma específica a diferentes tipos de estímulos:
- Polaridad: se refiere a la cualidad positiva o negativa de cada emoción.
- Entusiasmo: existen emociones con poco nivel de pasión, como la tristeza, y otras que están en lo más alto de la escala, como la alegría extrema o la ira.
- Dominio: se refiere al grado de control de una determinada emoción, como el miedo o el enojo.
Emociones que desencadenan el contenido viral
Los tres factores del punto anterior determinan cada una de las emociones específicas provocadas por estos contenidos:
1. Esperanza y gratitud. El público está ansioso de recibir buenas noticias en un mundo donde los medios constantemente hablan de todo tipo de tragedias. Por eso, una propina de $5 mil dólares otorgada a un empleado de una cadena de comida rápida, se convierte en un acontecimiento nacional. Lo mismo sucede con un famoso que le compra la casa de sus sueños a una persona sin recursos, o algún talentoso artista que canta en la calle recibiendo centavos, pero al mismo tiempo posee una gran voz.
2. Indignación y enojo. Las injusticias de todo tipo también reciben la atención de millones de personas en la red. El enfado que esto provoca despierta en los usuarios un deseo de remediar la situación, o de informar sobre lo que sucede a quienes tienen el poder de hacer algo concreto. Problemas sociales como el maltrato animal, violencia doméstica o abuso contra personas indefensas son un ejemplo del material que provoca el disgusto de los lectores.
3. Amor. Ya sea devoción por la familia, la pareja, alguna mascota, u otro ser querido, este tipo de contenidos también tienen grandes posibilidades de convertirse en viral. La historia de un perrito que se niega a abandonar la tumba de su amo, sin duda mueve las fibras más sensibles de quien la lee y lo motivan a compartirla a través de redes sociales como Twitter, Instagram o Facebook.
4. Lujuria. Aquel antiguo dicho de “el sexo vende” ha cobrado un nuevo significado en la era de Internet. Las fotografías comprometedoras de alguna atractiva actriz, o las fotos con poca ropa de un famoso cantante, cautivan por igual a hombres y mujeres, quienes saturan las redes sociales buscando y compartiendo este material. Como prueba de ello, hace algunos años el término de búsqueda más popular en la red fue: “el show de medio tiempo del Super Bowl 2004 a cargo de Janet Jackson”, el que llamó la atención por la “falla de vestuario” que mostró parte de la anatomía de la conocida intérprete.
5. Miedo. A las personas también le gusta asustarse, o por lo menos aman explorar aquello que consideran desconocido. El ejemplo más reciente de ello es el juego “Charlie, Charlie”, en el que supuestamente se invocaban a fuerzas oscuras del más allá. A pesar que muchos expertos probaron que dicho fenómeno tenía una explicación científica, se convirtió en tendencia mundial a mediados del 2015.
En síntesis, el contenido viral posee una gran carga emocional que invita a leerlo y compartirlo. Utilizado de forma adecuada, es una gran herramienta de marketing y puede generar miles de visitas y tráfico orgánico. Pero recuerda: el buen gusto y la veracidad de lo que compartes, son elementos esenciales para ganarte el respeto de tu audiencia.