Big Data y periodismo: ¿cómo se relacionan?
El periodismo y el big data se han convertido en aliados que prometen profundizar la democracia digital.
En la era digital, el periodismo aceptó la necesidad de adaptarse. Los lectores y lectoras entregan su tiempo (y sus clicks) a informaciones de mayor calidad, veracidad y relevancia. Con la gran cantidad de datos que circulan hoy en día, los periodistas pueden usarlos a su favor y contar historias interesantes, basadas en cifras. Desde aquí nace la relación entre Big Data y periodismo.
¿Qué es Big Data?
Es difícil situar el origen del Big Data. No fue hasta 1989 que nació el término gracias a un artículo del periodista Erik Larson. Se refirió a cómo los datos podían ser usados con motivos distintos a su objetivo original.
Si la tecnología se ha ocupado históricamente de cubrir necesidades y tareas, hoy esa función es mucho más sofisticada gracias a internet y sus aplicaciones. Y aunque muchas de estas aplicaciones son gratuitas, el pago existe y es nuestra privacidad.
Cada vez que compras online, buscas una ruta o das like a una foto, es como si dejaras huellas dactilares virtuales. Tu comportamiento online va creando un mapa de datos (metadatos) que se almacena en servidores, quedando a disposición de las compañías de telecomunicaciones. Si por cada uno de nosotros se guardan montones de datos diariamente, el resultado es un volumen gigantesco de información disponible. Eso es el Big Data.
La producción y uso de datos está presente en muchísimas otras áreas del conocimiento. Una de ellas es, por ejemplo, la gestión pública y realización de políticas estatales. Gracias a las leyes de transparencia y acceso a la información, tenemos a mano cifras sobre el manejo de recursos públicos. Es un aspecto importante de las democracias actuales: que sus ciudadanos puedan tomar decisiones informadas.
Big Data y periodismo, una relación inevitable
En los últimos diez años, el periodismo se ha enfrentado a una gran reconfiguración. La conectividad aumentó en el mundo, y los dispositivos digitales a bajo costo (principalmente smartphones) permitieron que un gran número de personas pudiera acceder a información disponible en la web.
Las audiencias se han trasladado a las redes sociales. Los diarios digitales proliferaron, y los impresos han tenido que repensar sus formatos y maneras de informar. Asimismo, la profesión misma se está readaptando. Las narrativas tradicionales mutaron, ya que las audiencias demandan contenido multimedia, investigaciones de calidad y de fácil lectura.
Por alarmante que suene, la revolución digital está revitalizando al periodismo. Y es aquí donde entra el Big Data. Medios de todo el mundo lo están aprovechando (y contribuyendo a su crecimiento) para entregar contenido personalizado y rápido a sus lectores, pero por sobre todo, para contar nuevas historias.
Tradicionalmente, un periodista debía buscar cifras que respaldaran su propuesta de investigación ya pensada. Hoy, los grandes volúmenes de datos son el punto de partida para descubrir un tema. La producción periodística, sus métodos de jerarquizar y recolectar la información, han cambiado: las noticias están brotando desde los números, y no al revés.
Pero no se trata de publicar datos duros en bruto, pues debemos ser capaces de “ver a través de los números”. El rol del periodismo es, a partir del análisis de cifras gigantescas, iniciar una investigación y extraer una historia significativa. Relatar noticias a partir de grandes cantidades de datos no sólo añade nuevas habilidades al periodismo, sino que aumenta su valor en la sociedad.
De esta forma, la tecnología del Big Data ha cambiado el periodismo, tanto en sus formatos de trabajo como en su manera de pensarse a sí mismo. Múltiples medios han sacado provecho de esta metamorfosis, innovando en técnicas para procesar y entregar la información. Un ejemplo es The Guardian, que tiene una sección entera en su web dedicada a reportajes y artículos hechos con base en el análisis de datos.
Es por esto que las nuevas tecnologías no deberían ser temidas: todo depende de cómo sean utilizadas.
En este sentido, la Inteligencia Artificial (IA) también puede aportar al periodismo. Sí, ha provocado desconfianza en los periodistas del mundo, pues no solo es posible producir noticias personalizadas para los lectores, sino también redactarlas. La IA permite automatizar una herramienta periodística tan básica como la escritura de noticias. ¿Dónde está el beneficio?
Una de las máximas del periodismo es la inmediatez. Eso depende de la capacidad humana, o más bien dependía. Medios como Los Angeles Times y The Washington Post ocupan bots para informar automáticamente sobre un terremoto, o para redactar resultados deportivos del día en sus páginas web. Así se ahorra tiempo, recursos, y los redactores pueden ocuparse de investigaciones que requieran mayor esfuerzo y análisis.
A todo este quehacer se le ha llamado periodismo de datos, pero finalmente mantiene los pilares de la profesión: investigar, analizar y entregar una historia relevante para todos y todas. Dicen que los números no mienten, y si los aplicas bien, serán pruebas irrefutables para la historia que quieres contar.
Visualización de datos: nuevas herramientas y habilidades
En la actualidad, cada vez más universidades están ofreciendo cursos especializados en Big Data y periodismo. El análisis de datos necesita profesionales capaces de organizarlos y transmitirlos de la mejor forma posible.
Hay plataformas sencillas que permiten ordenar y visualizar cifras, como Carto DB y Socrata. Además de obtener cifras comprobadas y representativas, puedes usar herramientas digitales a tu favor para ofrecer una mejor experiencia a tus lectores. En un mundo repleto de datos, el periodismo puede mostrarlos de forma amigable y atractiva.
La visualización de datos es un camino para entregar un relato, que si bien se compone de texto, está distribuido de una forma no convencional. Una infografía, por ejemplo, puede ilustrar la cantidad de personas contagiadas de Coronavirus en distintos países en un mapa interactivo o un dibujo.
Hoy existen muchas herramientas para poner en práctica la visualización de datos. No es necesario que seas experto en Adobe Ilustrador o Photoshop: plataformas como Infogram y Piktochart funcionan perfectamente para este fin.
¿Cómo funciona el análisis de datos?
Para poder procesar y analizar los grandes volúmenes de datos, es necesario el uso de softwares estadísticos. Funcionan en base a algoritmos y lenguajes de programación. R y Python son dos de los más usados por periodistas, ya que son gratuitos y relativamente sencillos de aprender. Con ellos puedes crear algoritmos capaces de examinar números y entender qué significan.
Además de importar, analizar y explorar datos, estos softwares también permiten visualizarlos en forma de diagramas. Existen “paquetes” (o extensiones) que añaden funciones nuevas al programa, como crear mapas en 3D, análisis de texto y cifras demográficas. Podrás detectar, por ejemplo, anomalías en un grupo de datos sobre gasto público, y rastrearlas para iniciar un reportaje.
Puede sonar complejo y duro de aprender, pero hay tutoriales y cursos disponibles para orientarte en estos sistemas de programación. Como recompensa tendrás la capacidad de organizar, agrupar y contrastar grandes cantidades de datos en poco tiempo. Es decir, extraer información útil y posibles noticias relevantes.
No es ciencia ficción, sino el mundo actual digitalizándose sin parar. El periodismo ha decidido sobrevivir y adaptarse a la tecnología, cueste lo que cueste. Gracias a bots, softwares estadísticos e Inteligencia Artificial, el Big Data se ha convertido en una gran caja de oportunidades para renovar esta profesión.