5 tips de content marketing aprendidos por Anthony Bourdain
El legado de Anthony Bourdain es enorme: talentoso chef, crítico, celebridad de televisión, empresario, escritor, pero sobre todo, siempre será recordado por la capacidad de sensibilizar a su audiencia a apreciar lugares poco comunes, con cultura y gastronomía únicas, que de otra forma tal vez pasarían desapercibidos; así como por revelar los secretos de las cocinas que los comensales no pueden ver. Transmitió todas estas historias con una maestría narrativa digna de admirarse.
Como mercadólogos, hay mucho que podemos aprender del storytelling utilizado por este famoso chef en sus libros, artículos y programas de televisión, para aplicar en nuestras estrategias de marketing de contenidos.
1. Presta atención a los detalles
Así como Bourdain podía ir al otro lado del mundo para obtener material para sus programas y textos (como cuando viajó al Congo en su programa “Parts Unknown” para conocer el lugar en el que se inspiraron para su novela favorita “Heart of Darkness”), también era capaz de encontrar las mejores historias sin ir muy lejos de casa. Como la ocasión en que visitó la ciudad donde creció, Nueva Jersey, y realizó un capítulo lleno nostalgia, invitando a la audiencia a mirar desde los ojos de alguien que vivió ahí por muchos años, todo lo que amaba y lo que odiaba del lugar, mientras iba en busca del mejor cheesesteak y el mejor hotdog.
Bourdain nos enseña que al momento de buscar temas en marketing de contenidos, debemos mirar primero a nuestro alrededor. Muchas veces la mejor historia puede estar frente a nosotros, solo nos falta desarrollar la sensibilidad de identificar el potencial de lo cotidiano para crear historias.
2. Toma riesgos
Viajaba a lugares que nadie consideraría paraísos culinarios, escribía sobre ellos o transmitía sus experiencias en su programa de televisión e inevitablemente despertaba el interés de su audiencia. Sabemos que en sus viajes no tenía reparos en probar cualquier tipo de platillo típico por exótico que fuera, como tiburón fermentado, ano de jabalí, corazón de cobra latiendo, entre muchos más.
Bourdain tomaba el riesgo de contar las historias de estas pequeñas aldeas olvidadas, que se podría pensar que a nadie le interesan y sin embargo, enamoraba a su público e incluso los motivaba a viajar a aquellos lugares.
No dudaba en tomar riesgos con sus irreverentes declaraciones, polémicos artículos y libros en donde lanzaba una dura crítica a la industria restaurantera, sabiendo que con ello podía enemistarse con los miembros de su gremio. Sabía que se estaba jugando su carrera al publicar su primer libro “Confesiones de un chef”, pero en cambio, fue algo que lo catapultó a la fama.
La enseñanza que nos deja es que no debemos limitarnos a fórmulas probadas. Debemos arriesgarnos estar abiertos a experimentar con contenidos poco convencionales e incluso controversiales.
3. Ve más allá de tu marca, habla de las historias de los demás
Dentro del marketing de contenidos podríamos estar tentados a colocar a nuestra marca como pieza central en torno a la cual giran todas las historias. Bourdain en sus programas de televisión procuraba enfocarse en los lugares, su gente, costumbres y gastronomía, dejando su ego y su propia persona a un lado.
Cómo olvidar el capítulo en la temporada 8 de su programa “Parts Unknown” en el que se sienta a la mesa de un pequeño e informal restaurante en Hanoi, Vietnam, con el presidente Barak Obama, mientras mantienen una abierta y sincera charla. “Hablé con él como padre, como entusiasta de la región, y respondió con verdadera nostalgia por la comida callejera indonesia y hawaiana de su juventud”, dijo más tarde Bourdain sobre la entrevista realizada al expresidente de Estados Unidos.
Exponía sin protagonismos muchas problemáticas sociales que encontraba en su camino, con humanismo y empatía, y se convirtió en portavoz de quienes sufrían pobreza, desigualdad e injusticias. Fue reconocido como defensor de los inmigrantes hispanos en Estados Unidos. Afirmaba sin el arduo trabajo de los inmigrantes de México y Centroamérica en las cocinas, la industria restaurantera colapsaría en su país. Se sentía ofendido por la desigualdad que observaba, por ejemplo, cuando un chico blanco con estudios culinarios llegaba a un restaurante y el cocinero latino, que llevaba años trabajando ahí, le enseñaba con gusto todo lo que el otro no sabía hacer, pero después de un tiempo, quien era promovido era el chico blanco.
Bourdain siempre decía que cuando viajaba dejaba sus ideologías políticas en casa, de esta forma se enfocaba exclusivamente en la gente y su cultura.
4. No te tomes tan en serio
Anthony Bourdain forjó una fuerte marca personal en el transcurso de sus años como cocinero, escritor y figura del espectáculo. En su famoso artículo de 1999 para The Newyorker “Don’t eat before reading this”, en donde revela los oscuros secretos de las cocinas en general, mostró al público su personalidad de “chico rudo de las cocinas”. Confesó que si dejó la universidad para transferirse al Culinary Institute of América fue porque le atrajo el lado desagradable de la cocina profesional. “Lo quería todo: cortes, quemaduras en las manos y en las muñecas, el humor macabro de la cocina, la comida gratis, el alcohol robado, la camaradería que florecía dentro de un orden rígido.”
Una de las características de la marca personal de Bourdain, que ponía de manifiesto en sus historias, es la capacidad de burlarse de si mismo. Podía aparecer sudoroso, con bolsas en los ojos y una resaca evidente mientras viajaba en lancha de una aldea a otra en un país lejano, sin pretender aparentar que todo era perfecto.
Por ejemplo en su libro “Malos tragos”, en donde nos muestra una recopilación de historias sobre cocina y viajes ordenados según los sabores básicos: dulce, salado, ácido, amargo y “umami”, un término japonés que se refiere a algo delicioso pero difícil de clasificar. Describe con habilidad y buen humor las aventuras y desventuras a través de sus años como cocinero y viajero empedernido. Además de mostrar la cara real de las cocinas, en este libro revelaba el lado nada glamoroso de hacer televisión. En sus historias se presenta como una persona normal, con días buenos, días malos y cientos de defectos.
5. Se honesto
Bourdain se caracterizaba por sus historias brutalmente honestas. Era capaz de llamar a la gastronomía “la ciencia del dolor” donde un buen platillo involucra “sangre, órganos, crueldad y decadencia”. No tenía reparos en advertir que no era buena idea pedir pescado los lunes, ya que seguramente llevaría una semana mal refrigerado en la cocina, que la carne de mala calidad era reservada para quien la pedía bien cocida y que deberías desconfiar de la carne molida o con salsas que disfrazaran su sabor. Son cuestiones que la mayoría de los chefs jamás pensarían en revelar a los comensales, pero no él.
Sus programas de televisión se caracterizaban por su aire natural y algo improvisado. No intentaba captar momentos perfectos sino momentos reales. Hablar con la verdad, sin aspavientos, siempre será la manera más efectiva de ganar la confianza y respeto de la audiencia.
Anthony Bourdain siempre será recordado por el peculiar estilo que imprimía a todos sus proyectos y por su sensibilidad para observar lo extraordinario en las cosas más comunes. Comprender su narrativa nos ayudará enriquecer nuestro marketing de contenidos con historias que impacten y enganchen a la audiencia.